Como sabemos María Callas fue una de las más grandes cantantes que ha dado el mundo lírico, la traemos a colación ya que La Callas en su juventud padeció de un gran sobrepeso que la martirizo durante toda su vida. Su autoestima era muy baja usaba unas enormes gafas y no le importaba para nada su ropa y su aspecto. Cuando había alcanzado ya su fama, decidió bajar de peso y en muy poco tiempo lo consiguió. Nadie jamás pudo dar con la clave de esa dieta con la que María Callas pasó de ser una mujer obesa a ser el símbolo de la elegancia y la distinción con una figura envidiable.
En el año de 1953 decidió ella sola ser muy estricta con su alimentación se puso en manos de un profesional que desconocemos y del que nunca se supo nada, ni que clase de dieta le envió. Sobre este tema se dijeron muchas cosas hasta que había ingerido una solitaria. Pero todo se debió a su estricta disciplina y perfeccionismo, así ella se trazó una meta y la cumplió. Según cuentan todo comenzó el día que la esbelta Audrey Herpurn la visitó cuando esta rodaba vacaciones en Roma. Desde ese día María colocó por todos los espejos de sus camerinos fotos de Audrey Herpurn. Prometiendo llegar a tener una figura como la de ella.
Fue así como con gran esfuerzo y privaciones la gran diva pasó de tener 90 kilos a tan solo 57 y una figura envidiable, se colocó unos de los primeros lentes de contacto, visitó a los modistas más importantes y se vistió con una gran elegancia. Su belleza se vio realzada. En escena con su poderosa voz y esa nueva figura comenzó a ser considerada un mito viviente. Pero lo más importante su autoestima se acrecentó se sintió una mujer más segura y se convirtió en una mujer coqueta y seductora.
Lo más insólito fue que su peso se mantuvo durante toda su vida, no volviendo a aumentar un solo kilo hasta que cerca de su muerte sola y abandonada en ese populoso desierto que llamamos París como lo dice la letra de la Traviata; María Volvió a atiborrarse de comida y volvió a engordar.
María Callas nació en New York el 2 de diciembre de 1923 hija de emigrantes griegos su verdadero nombre era Cecilia Sophia Anna María Kalogeropoulos. Su madre fue la que inventó su nombre artístico de María Callas cuando de niña comenzó a asistir a los concursos de canto. Desde pequeña la obligaban a escuchar desde los 3 años música en gramófonos y programas de radio para educarle el oído. Su madre muy dominante y severa marcó el carácter de María quien solía decir: Solo me quieren cuando canto. Fue tal vez esa falta de cariño lo que hiciese que María se refugiara en al comida y se convirtiera muy rápidamente en una niña gordita y después en una joven obesa.
La vida de la Callas estuvo plagada de éxitos pero de mucho sinsabores. Se puede decir que no fue una mujer feliz a pesar de sus triunfos en su carrera.
Su leyenda se vio acrecentada, por sus tórridos romances con Onassis y por su prematura muerte en París. El esplendor de la Callas tan solo duró una década. Pero su fama perdura y perdurará en el tiempo. Su vida ha sido materia para más de 100 biografías.
María pasó sus últimos tres años en una tremenda y triste soledad. Sus amigos buscaban excusas para no visitarla y ella pagaba a sus sirvientes Bruna y Ferrucio para que pasasen los fines de semana con ella. Una vez estando yo en París debajo de su casa en la calle Georges Mandel nº 36 pude verla asomada en uno de sus balcones fue muy poco antes de su muerte. Su aspecto era lamentable.
María murió a los 53 años el 16 de septiembre de 1977. Se dice que la causa de su muerte fue una crisis cardiaca, aunque hay dudas sobre su verdadero motivo.
En el año 1979 se esparcieron sus cenizas un atardecer frente al cabo Sunion en Grecia. |



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