educación

Viviendo con un niño con diabetes (III)

Nutrición

Las necesidades nutricionales de los niños con diabetes son las mismas que las de los demás. Su hijo no necesita alimentos, vitaminas o minerales especiales. El programa de alimentación que el dietista le prepare incluirá todo lo que él necesita para tener energía y crecer. Sin embargo, la clave de la planeación de los alimentos es coordinar la comida con la acción de la insulina y el ejercicio que practique su hijo.

Las comidas y los refrigerios de su hijo deben seguir el mismo horario todos los días, de acuerdo con el plan de alimentación. El número total de calorías, así como las proporciones de carbohidratos, proteínas y grasa deben ser constantes día a día. Sin embargo, el programa de alimentación debe revisarse por lo menas una vez al año debido a los cambios en los patrones de crecimiento y las necesidades de calorías. Por regla general un niño de peso promedio al año de edad necesita cerca de 1.000 calorías diarias, que aumentarán a razón de 100 calorías diarias por cada año hasta el inicio de la pubertad (de 11 a 14 años). Por ejemplo, las necesidades diarias de un niño de 10 años son 1.000 más 1.000 (100x10), para un total de 2.000 calorías al día. Sin embargo, toda regla tiene excepciones, y deben considerarse las necesidades particulares de cada niño.

Es importante coordinar las comidas can el tiempo de acción de la insulina. Debe haber suficiente azúcar en la sangre cuando actúa al máxima; de lo contrario, el nivel puede bajar demasiado. Para, reducir al mínimo la probabilidad de una hipoglucemia, su hijo necesita ingerir refrigerios entre las comidas y antes de acostarse.

Muchos jóvenes se dejan influir por su grupo de amigos, quienes los presionan para que coman o dejen de comer o para perder peso. E1 miedo o la vergüenza de experimentar una reacción hipoglucémica frente a los amigos orilla a los adolescentes a comer en exceso. A veces los niños ponen a prueba los límites de la diabetes comiendo mucho o dejando de comer. En su lucha por independizarse, tratan de manipular a sus padres comiendo desordenadamente. Para resolver esta situación, los padres deben actuar de la misma manera en que la familia soluciona otro tipo de conflictos con sus hijos. Con reglas firmes, pero realistas, previamente consultadas con el dietista del equipo médico que lo atiende.

Ejercicio

El ejercicio es una buena manera de reducir los niveles de azúcar sanguíneo, combinado con el uso de insulina y un plan de alimentación. En realidad, un programa de ejercicio constante permite a los jóvenes diabéticos un mayor número de opciones en su alimentación.

Como reducir el azúcar sanguíneo

En pocas palabras, el ejercicio disminuye el nivel de azúcar en sangre en el momento en que se realiza. Los niveles pueden bajar también después de hacer ejercicio, un efecto "retardado" de las células del cuerpo al volverse más sensibles a la insulina que persiste aun cuando la persona interrumpe el ejercicio. Por otro lado, una vez que concluye el ejercicio, el organismo trabaja para restituir las reservas de glucosa (glucógeno) recurriendo al azúcar en la sangre. En consecuencia, los niveles de azúcar sanguíneo pueden disminuir un poco más todavía. Los alimentos adicionales son necesarios para evitar esos episodios de reducción de los niveles de azúcar, que se pueden producir 6-8 horas después de finalizar el ejercicio.

Habrá momentos en que aumente la actividad general de su hijo, como en las vacaciones de verano, y necesite menos insulina. El doctor le ayudará a determinar la dosis.

Los adolescentes pueden aprender a reducir la dosis de insulina cuando participan en deportes. La reducción depende de los resultados de las pruebas de azúcar sanguíneo practicadas antes y después del ejercicio. Padres y adolescentes deben consultar a los especialistas antes de hacer ajustes a la dosis de insulina.

Cuidado con los niveles elevados de azúcar sanguíneo

Hay veces en que el ejercicio realmente incrementa los niveles de azúcar sanguíneo y puede provocar la producción de cetonas. Llega a suceder cuando el ejercicio es muy intenso y el control de la diabetes Tipo I es deficiente. Si su hijo presenta niveles de azúcar sanguíneo de 240 o más y cetonas en la orina (0 bien 30C) mg/dl o más sin cetonas), no es recomendable ninguna actividad vigorosa mientras la situación no haya sido controlada.

Vigilancia de la diabetes en niños

Prueba de azúcar en sangre

La prueba de sangre en la casa, llamada también vigilancia, es una buena forma de supervisar la curva diaria del azúcar sanguíneo de su hijo. Le permite tomar decisiones sobre cómo manejar cualquier variación en la forma de vida de su hijo.

A veces pensará que la vigilancia es una tarea molesta, impuesta a usted y a su hijo por el equipo médico que lo atiende. Mejor piense en los beneficios que le reporta; es una herramienta muy eficaz para evaluar el control de la diabetes de su hijo. Las pruebas de sangre le ayudarán a determinar si el nivel de azúcar sanguíneo es demasiado alto o demasiado bajo; también le darán una idea de cómo ajustar la alimentación y la insulina de acuerdo con el nivel de actividad del niño.

La mayoría de los niños toleran muy bien las pruebas de sangre. Muchos niños en edad escolar saben usar los medidores de glucosa y hacerse la prueba ellos mismos. No hay edad específica para aprender, sino un momento adecuado para cada niño en particular. Sin embargo, usted y su hijo no tienen que ser esclavos de esa tarea; lo mejor es saber cómo y cuándo vigilar y qué hacer con los resultados. Vigile hasta donde sea necesario. Las pruebas muy frecuentes son una pérdida de tiempo y dinero, a menos que los resultados se usen para ajustar la insulina, la-dieta y el ejercicio con el fin de controlar mejor la diabetes.

Pregunte al equipo médico cuándo debe vigilar el nivel de azúcar sanguíneo de su hijo y solicite un programa de vigilancia a la medida de las necesidades particulares de su hijo. Los expertos en diabetes recomiendan practicar por lo menos tres pruebas de sangre diarias a los niños. Antes de acostarlo, haga una prueba de sangre siempre. Si el nivel de azúcar en sangre al acostarse es de menos de 120 mg/dl, es necesario un refrigerio abundante, sobretodo si ha habido actividad física intensa.

Siempre que realice pruebas, anote los resultados y muéstreselos al equipo médico. No deje de anotar cualquier variación importante en el ritmo de actividad o en la alimentación. Con este registro, el equipo médico puede detectar los patrones del azúcar sanguíneo en su hijo y hacer los ajustes correspondientes.

Al verificar el azúcar sanguíneo, evite las palabras "prueba" y "buenos" o "malos" para describir los resultados. El niño o el adolescente lo interpretarán como un juicio de valor que puede causar resentimiento y enojo, sentimientos que podrían conducirlos a perder el interés por controlar la diabetes. Se sabe que los niños dan resultados falsos con el fin de complacer a sus padres. las palabras "altos" y "bajos" son más apropiadas para describir los niveles de azúcar.

Hemoglobina Glicosilada

Da una buena idea de qué como se ha controlado el azúcar sanguíneo de su hijo en los últimos 2 6 3 meses. Esta prueba es especialmente útil con los niños, y ya sus niveles de azúcar en sangre fluctúan, lo que dificulta evaluar los resultados de las pruebas de sangre convencionales. Recuerde, los resultados de la hemoglobina glicosilada sólo representan un promedio de los niveles de azúcar en sangre. Por lo tanto, la prueba no puede considerarse nunca como un substituto de la prueba de azúcar sanguíneo. Sólo debe usarse como complemento de la vigilancia diaria. (Le sugerimos que solicite).

El equipo médico puede establecer un límite específico para los niveles de AIC de su hijo. En el Centro de Diabetes Joslin, el margen normal de MC para personas sin diabetes es de 4.0 a 6.0%; para adultos con diabetes, el Control excelente" indica un nivel de A1C inferior a 7 por ciento. Sin embargo, el nivel de actividad y los hábitos de alimentación de los niños varían, así que un nivel inferior a 8% puede ser difícil o inseguro. Tenga siempre en mente que los límites aceptables de azúcar en sangre son individuales y, como se comentó anteriormente, las pruebas de laboratorio pueden tener un índice "normal" diferente. (la sugerimos que solicite nuestro tríptico informativo "Que debe saber sobre la HGB A1C).
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