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Mejorar el control de la Diabetes demuestra que reduce
la necesidad de cirugías oculares relacionadas con la Diabetes

El control intensivo de la diabetes disminuye el riesgo de cirugías en un 50%

El conseguir una control adecuado de las glucemias con un tratamiento intensivo en los pacientes con diabetes tipo 1 según un trabajo publicado en el NEJM reduce a la mitad el riesgo de sufrir cirugías oculares

Interesante fue el hallazgo de que incluso para aquellos pacientes que NO consiguieron alcanzar los estrictos niveles de glucemia propuestos durante el estudio, se observó que con solo una reducción del 10% de los niveles de A1C se lograba una reducción del 35% en el riesgo de sufrir cirugía por retinopatía diabética.

El Dr. David Nathan, director del Massachusetts General Hospital Diabetes Center and Clinical Research Center in Boston manifestó que incluso un ajuste cuidadoso de los niveles de glucemia durante un periodo de tiempo relativamente corto puede llevar a una disminución substancial de la necesidad de cirugía ocular posteriormente.

Como norma general el objetivo de la A1C es no superar el 7% (aunque generalmente se admite cierta INDIVIDUALIZACION del objetivo) según nos recomienda la JDRF (Juvenile Diabetes Research Foundation).

Así una bajada de 7,7 a 7 de 8,5 a 7,7 – llevaría a una reducción del 35% en la necesidad de tener que realizar una cirugía ocular por la diabetes. En conclusión una A1C más baja es mejor, claro siempre que este valor bajo, no sea una “A1C tóxica” por que se consiga por un excesivo numero de hipoglucemias.

Se conoce bien que bajar demasiado los niveles de glucosa puede ser peligroso, a la vez que mantener niveles elevados lleva a complicaciones diabéticas a largo plazo entre las que se incluyen la retinopatía diabética.
El ojo es una pequeña parte del total de nuestro cuerpo pero los ojos tienen una enorme red de vasos sanguíneos de calibre muy fino y con un enorme flujo sanguíneo a través de ellos

La diabetes puede causar alteraciones en las paredes de esos pequeños vasos sanguíneos lo que puede producir que salga sangre o los vasos intenten la auto-reparación mediante el crecimiento de nuevos vasos, pero estos nuevos vasos son muy delgados y débiles pudiendo sangrar muy fácilmente.

Todas estos problemas puede llegar a provocar una situación conocida como Edema de Mácula y Retinopatía diabética.

Además las personas con diabetes son mas propensas a desarrollar cataratas en unas edades mucho más tempranas que en la población sin diabetes.

Esta nueva investigación procede de dos estudios que incluyeron 1400 personas con diabetes tipo 1, el primer estudio era de los años 80 y tenía 2 grupos de personas, el primero que recibió tratamiento intensivo para el control de la diabetes y el segundo grupo recibió el tratamiento estándar y el estudio se prolongó durante 10 años. El segundo estudio hizo seguimiento de la mayoría de los pacientes del primer estudio aunque lógicamente el tratamiento intensivo se había detenido.

En el ensayo inicial el objetivo era conseguir niveles de A1C de 6,05 lo que es el límite alto de la normalidad para las personas sin diabetes- al final la A1C media conseguida fue el 7%.

Durante los 23 años de seguimiento, 63 pacientes de un total de 711 que habían recibido tratamiento intensivo acabaron necesitando cirugía ocular mientras que 98 pacientes de los 730 del grupo de tratamiento convencional tuvieron necesidad de cirugía

En el grupo de tratamiento intensivo tuvieron un 48% menos de cirugía de cataratas y el riesgo de necesitar vitrectomía se redujo en un 45%

Los costes relacionados con la cirugía ocular fueron un 32% inferiores a los del grupo que tenia un tratamiento estándar menos intensificado – 429.000$ versus 635.000$

«Las intervenciones para controlar los niveles de glucosa [azúcar en sangre] pueden mejorar los resultados, preservar la vida y prevenir discapacidades» dijo Helen Nickerson, de la JDRF, los esfuerzos para controlar mejor los niveles de glucemia llevan a conseguir además de evitar sufrimientos y prevenir los casos de invalidez y disminuir el gasto sanitario ahorrando muchos de los limitados recursos sanitarios.

En una población mundial con diabetes tipo 1 cercana a 38 millones de personas los beneficios potenciales del tratamiento intensivo para reducción de la morbilidad y del gasto sanitario son muy importantes.

El estudio no incluyó pacientes con diabetes tipo 2 por lo que no esta claro si todos estos beneficios que se hallaron en esta población con diabetes tipo 1 pueden trasladarse a los pacientes con diabetes tipo 2.
Fuente: New England Journal of Medicine 2015
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