Andy Holder estaba en forma y era marido y padre de dos hijos. Comía Bien, levantaba pesas y llevaba una vida realmente sana. No había nada que le dijera que eso iba a cambiar.
Hasta que, inesperadamente, su vida le jugó una mala pasada.
Holder descubrió en 2005 a los 36 años que tenía diabetes de tipo 1. El transformó el mayor shock de su vida en su mayor hazaña. Decidido a vencer la diabetes, aprendió a nadar, entrenó muy duro y ahora ha completado siete competiciones “ironman”.
Holder, de 43 años, es portavoz nacional para Good Neighbor Pharmacy y brillante orador que creó Dirigiendo (Controlando) la Diabetes: una campaña de vivir sin límites, está de vuelta en Midland por segundo año consecutivo.
Afrontando un diagnóstico en el que el cuerpo se vuelve contra sí mismo, Holder supo que tenía que ser positivo y lo hizo. Solo el 10 por ciento de los diabéticos tienen diabetes tipo 1, la cual anula la habilidad del cuerpo de producir insulina.
“No podía cambiarlo o hacerlo desaparecer” dijo “Tuve que cambiar mi actitud y volverla positiva. Estaba en buena forma, pero muy lejos de tener la resistencia de un atleta. Aprendí por mí mismo cómo nadar. Creé esta motivadora historia para inspirar a la gente”.
Es exactamente lo que ha hecho.
El se propuso ser un “ironman”. Completó su primera competición en Lake Placid en 2006.
Un ironman nada 2,4 millas, seguido de una carrera de bicis de 112 millas y termina con un maratón completo de 26,2 millas.
“No puedo, no está en mi vocabulario”, Holder enfatizó. “Sabía que podía hacerlo. Fue extremadamente difícil. Es lo más difícil que he hecho en mi vida. Es una batalla diaria.”
Holder ha aprendido mediante entrenamiento y escuchando a su cuerpo cuánta insulina necesita. Durante las carreras y competiciones “ironman”, Holder ha aprendido cómo manejar su diabetes de una forma efectiva. Comprueba su presión sanguínea al menos 50 veces durante una competición “ironman”. Controla sus niveles de azúcar en sangre al menos 12 veces al día y lleva bomba de insulina mientras entrena.
“Tuve un “ironman” donde me controlé 70 veces durante la carrera,” dijo. Tengo que hacerlo todo manualmente sobre la marcha. Cuando estás ejercitando, no puedes sentirlo. La adrenalina lo camufla. Continuamente tengo que revisar mi azúcar en sangre. El verdadero desafío es conseguir un nivel perfecto. Si llega a estar muy alta, yo me siento fatal. Si está demasiado baja, podría tener problemas mayores. Es un desafío mayor que la carrera en sí misma.
Holder, que vive en Philadelphia cuando no está viajando, ha creado una fundación para ayudar a la gente a manejar la diabetes y ayuda a recaudar dinero para las familias que tienen que tratar con ello. Se puede encontrar más información en: www.ironandyfoundation.org
“Tengo suerte de no haber tenido que tratar con esto de niño”, Holder dijo. “Estaba muy confundido de cómo podía tener cualquiera de las diabetes, Lo tomé como una oportunidad. No podía cambiarlo o hacerlo marchar. Quería inspirar a millones de niños en su lucha con la diabetes. |
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