El montañero vasco Josu Feijoo se convertirá en septiembre de 2009 en el primer diabético del mundo que irá al espacio, en un viaje orbital alrededor de la Tierra en el que se someterá a tres experimentos científicos relacionados con esta enfermedad y probará un nuevo tipo de insulina.
El «euskonauta», tal y como se define el propio Feijoo en una entrevista con Efe, ya se ha prestado en anteriores ocasiones como «conejillo de indias» de laboratorios para probar nuevas técnicas, como las que permiten transmitir los valores de glucosa en sangre a los médicos en tiempo real y desde cualquier lugar del mundo.
Como montañero, Feijoo ha coronado ya varias cimas como el Everest (Asia), Elbrus (Europa), Mckinley (América del Norte), Vinson Massif (Antártida) y el Kilimanjaro (África), y le quedan dos cumbres más para conquistar las siete montañas más altas de los continentes. Pero ahora su sueño es otro: viajar al espacio. Será el próximo mes de septiembre cuando subirá a bordo de la nave VSS Enterprise, propiedad de VirginGalactic, que despegará desde la base del desierto de Mojave, en California (EE.UU.), y alcanzará una altura de 135.000 metros.
El alpinista vasco se trasladará allí diez días antes del vuelo con el fin de prepararse físicamente para el viaje que durará entre cuatro y cinco horas. Dos astronautas profesionales le enseñarán cómo comportarse en el espacio. Antes de comenzar su preparación, Feijoo deberá pesar 65 kilos, tener una frecuencia cardíaca baja y estar sano. Hace dieciocho años que le detectaron una diabetes tipo 1, cuando tenía 23 años. Desde entonces se inyecta insulina cuatro veces al día.
En el espacio probará una nueva insulina que ya ha sido experimentada con animales y con pacientes diabéticos. Esta medicación permite que el paciente sólo se pinche tres veces a la semana, en lugar de hacerlo a diario. Su efecto dura entre 48 y 55 horas. Feijoo tratará de comprobar si sus cualidades no se pierden en el espacio exterior. Para ello, accederá a la nave con valores de glucosa en sangre altos y no se inyectará la insulina hasta que esté en el espacio.
También probará un nuevo medidor de glucosa en sangre con un sistema de telemedicina incorporado y cada 15 minutos transmitirá a la Tierra los resultados de sus análisis. El tercer experimento consistirá en extraerse 10 mililitros de sangre cuando esté en el espacio para comprobar si los componentes proteómicos en sangre varían sin gravedad.
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