noticias  2 0 0 7

Factores Económicos de la Diabetes: Efectos Humanos y Sociales

La epidemia mundial de diabetes tiene unos efectos devastadores tanto para el individuo como para la sociedad, mucho mayores de lo que pueda imaginar la mayoría de la gente.

De modo sorprendente, los máximos costes de la diabetes no son los cientos de miles de millones que se gastan en complicaciones que se podrían haber evitado, aunque estos gastos son enormes, sino el sufrimiento que recae sobre las familias (muerte, discapacidad y estrés económico) y las enormes pérdidas anuales resultantes para el crecimiento económico, que nos afectan a todos negativamente. La diabetes perjudica a todos los miembros de la sociedad, no sólo a quienes viven con diabetes.

Desde un punto de vista económico, estos efectos son trágicos porque existen tratamientos de eficacia demostrada y de bajo coste para evitar la mayoría de ellos. Incluso en los países más pobres, muchos de estos tratamientos supondrían de hecho un ahorro en gastos de atención médica.

Muerte y discapacidad

Se espera que la diabetes provoque 3,8 millones de fallecimientos en todo el mundo en 2007, alrededor del 6% de la mortalidad mundial, aproximadamente lo mismo que el VIH/SIDA y la malaria juntos. Si aplicamos las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para calcular los años de vida perdidos por cada persona que muere por diabetes, esto se traduciría en más de 25 millones de años de vida perdidos cada año.

La Federación Internacional de Diabetes (FID) calcula que el equivalente a otros 23 millones de años de vida se pierden cada año debido a la discapacidad y la pérdida de calidad de vida que causan las complicaciones diabéticas.

Las pérdidas por fallecimiento y discapacidad son especialmente altas en los países de ingresos bajos y medios, en donde las personas con diabetes tienen pocas probabilidades de recibir los tratamientos que se ha demostrado pueden prevenir las complicaciones letales y discapacitadoras de la enfermedad. Por ejemplo, en el África subsahariana, la mortalidad por diabetes es cuatro veces mayor que la media mundial.

En estos lugares, los niños con diabetes tipo 1 suelen morir porque los gobiernos no garantizan la disponibilidad y la asequibilidad de la insulina. Por el contrario, muchos gobiernos gravan la insulina en sus fronteras, e impiden que se venda insulina genérica de bajo coste. Una reciente comparación entre tres países similares, que se diferencian en este terreno, mostró las consecuencias. En Zambia, que tiene un programa de gestión de insulina, una persona que necesite insulina para sobrevivir puede esperar seguir viva durante unos 11 años por término medio. En Malí, la misma persona sólo puede esperar continuar viva durante apenas 30 meses, mientras que en Mozambique dicha persona estaría muerta en menos de un año.

La muerte innecesaria de niños es trágica y nos afecta a todos. Estadísticamente, sin embargo, las consecuencias mortales y discapacitadoras de la diabetes se dan casi siempre en adultos. Como resultado, la vida de muchos niños se ve negativamente afectada por una muerte o una discapacidad dentro de la familia. Esto puede significar que los niños deban abandonar su educación para contribuir a los ingresos familiares o ayudar a cuidar a un familiar enfermo. El impacto económico de la diabetes sobre la familia podría no dejar dinero para pagar los medicamentos y la escolarización de los niños.
volver a noticias 2007