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Bailando a través de la diabetes
La bailarina, Zippora Kart, encuentra el éxito a pesar de su diabetes

La solista del ballet de Nueva York Zippora Kart describe su lucha exitosa para mantener la diabetes a raya para que no destruya su arte y su carrera.

Me convertí en novata en el ballet de Nueva York en el otoño del 1983, luego de la muerte de George Balanchine. En el año siguiente fui un miembro del cuerpo del ballet. Para mi sorpresa increíble el jefe del ballet Peter Martins me dio el papel de una de las hadas en el Cascanueces en solo mi segundo año con la compañía. El año siguiente interpreté en Les Petits Riens. Esos papeles vinieron en adición de otros papeles maravillosos y yo estaba regularmente actuando durante nuestra catorceava semana del invierno. Era un momento excitante para mi y todavía faltaba uno mas difícil todavía. Cosas extrañas habían comenzado a suceder en mi cuerpo.

Primero, había llagas que no sanaban debajo de mis brazos, donde las ropas me rozaban. Mientras se aproximaba el estreno de Rien, mi cuerpo se sentía mas y más extraño, estaba frecuentemente mareada, y encontraba extraña mis extremidades, particularmente mis dedos, cuando bailaba. Podía sentir la frustración de Peter conmigo mientras yo no podía mantenerme en punta sin razón aparente. Yo estaba viendo mi cuerpo deshacerse en este momento tan importante de mi carrera. En adición a las llagas, estaba perdiendo peso, sintiéndome sedienta y hambrienta todo el tiempo, y orinando frecuentemente. No podía imaginar que algo estaba realmente mal. Más bien pensé que estaba muy cansada quizás por esforzarme al máximo. Luego en la mitad de un día de 6 horas de ensayo, y con una presentación esa noche, llamé a la oficina de mi doctor.

Tenía diabetes juvenil, una enfermedad que podría cambiar radicalmente mi vida diaria y el curso de mi carrera de bailarina. Al principio quise negar lo que me habían dicho. Pensé que era un error, el laboratorio había cometido un error, pensaba que esa condición pasada. Mi médico me dio panfletos y panfletos que hablaban de las terribles complicaciones. No sabia nada de la diabetes o de lo que ello significaba para mi. Todo lo que podía pensar era que tenia que llegar al teatro y preparar la presentación de la noche.

Cuando llegué no le dije a nadie lo que me habían dicho. Estaba en pánico. Sabia que era importante verse fuerte y consistente si quería seguir teniendo papeles estelares. Peter ya me había dicho que debía perfeccionar mi técnica. Así que temía verme débil, necesitaba ocultar lo que me estaba pasando.

Hay dos tipos de diabetes, según aprendí: juvenil y de adulto. Son muy diferentes

El tipo I, diabetes juvenil, se refiere solamente a 5 o 10% de los diabéticos. Se cree que es una enfermedad auto inmune en la que las células beta del páncreas se destruyen dejando al cuerpo inhabilitado para hacer insulina, una hormona. El papel de la insulina es abrir las células como una llave abre una puerta. De este modo la célula puede redibir nutrición de los alimentos que comemos y la célula puede trabajar apropiadamente. Sin insulina, el alimento, ahora en forma de azúcar, o glucosa, se mantiene en el torrente sanguíneo y el cuerpo entero sufre.

En el tipo II, también hay niveles altos de azúcar, pero no porque el cuerpo no tenga insulina, de hecho puede tener mucha. Sin embargo, lo que sucede es que no se utiliza apropiadamente. En ambos tipos de diabetes se debe tratar de mantener en control los niveles de azúcar para que las células tengan su alimento. Como ves, las personas no se mueren de diabetes, se mueren de las complicaciones que se desarrollan luego de años de azúcar alta. La diabetes es la mayor causa de ceguera y fallo de riñón. Puede causar daño que requiera amputación e incrementa el riesgo de enfermedad al corazón e infarto.

Eventualmente, se lo dije a la compañía, pero nunca los dejé ver lo que tengo que hacer para mantenerme en buena forma. Me eduqué lo más que pude para saber como vivir con ella. Aprendí acerca de las inyecciones de insulina, como monitorear los niveles de azúcar y exploré diferentes dietas. Como la dieta tener un efecto en los niveles de insulina, experimente con muchas diferentes hasta encontrar como afectaban mi dosis de insulina. Trate las microbióticas, las ayurbédicas, las hierbas chinas, las terapias con vitaminas así como dietas que envolvían altos niveles de proteínas, mucha grasas, jugos, alimentos crudos y otras. Nunca he seguido una dieta por mucho tiempo, he aprendido mucho de todas ellas. Mi problema principal no ha sido no encontrar la disciplina para seguir mi nuevo régimen, ha sido encontrar el mejor régimen a seguir, una búsqueda que todavía continua hoy en día.

La cosa mas difícil para mi no ha sido las inyecciones de insulina o el dolor ocasional sino la inconsistencia de mis reacciones a la inyecciones. El ejercicio incrementa la sensibilidad a la insulina, lo cual es bueno, pero como me ejercito mucho, estoy en riesgo constante de un exceso de trabajo de la insulina que me lleva a un ataque de hipoglucemia, azúcar baja, una condición muy riesgosa porque podría llevarme a sufrir de daño cerebral.
Traducción: Dra. Ana Elías González
Fuente: Dance Magazine - Sept 1998 por Zippora Karz
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