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Midge Cross: La abuela con Diabetes,
superviviente de cáncer de mama, asciende al Everest
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La parte más dura no fue la ascensión en si misma dice Midge Cross de 59 años de edad. Originaria de Mazama, Washington pudiera parecerse a cualquier otra abuela excepto porque cada día sale a correr 15 millas en senderos de montaña cercanos a donde vive, practica la ascensión por roca, también ha viajado para hacer montaña a Francia, Suiza y Slovenia, además ella hace levantamiento de pesas, bicicleta y esquía en competiciones.
Cross tiene diabetes tipo LADA, que es un tipo de diabetes autoinmune (como la de los niños) pero que comienza en la edad adulta, su diabetes le había comenzado justo 18 meses antes de su expedición al Nepal para la ascensión al Everest.
Me sentí desolada, al principio mi marido era quien durante las primeras semanas me inyectaba la insulina, después pensé, vale tengo diabetes, así que tendré que adaptarme a ello, y me enfoqué en como seguir activa sin olvidar el control de mi diabetes prometiéndome que no tendría que interferir con mi programa de ejercicios ni con mis planes.
Cross pertenecía a un equipo cuyo objetivo era llegar a ser el primer grupo americano completamente femenino que lograse hacer cumbre en el Everest. Aunque el equipo no logró hacer cumbre, creo que la experiencia fue tremendamente positiva. |
Un luchador, sigue siendo siempre un luchador
Cross había aprendido a superar las limitaciones físicas. Ella ya había tenido que superar seis años antes la experiencia de un cáncer de mama que le había sido diagnosticado.
Su actitud ante el cáncer fue parecida a su actitud ante la diabetes tenía esa sensación de ¿por qué yo? después pensé, vale tengo un cáncer de mama, ¿que puedo hacer? así que pasé por el quirófano y después cinco semanas de radioterapia, no mirando más atrás.
Después de 5 años sin recurrencia de la enfermedad los que sobreviven al cáncer pueden considerarse curados. Cross se convirtió en una voluntaria para dar apoyo y charlas a otras mujeres que están luchando contra el cáncer de mama.
Desde que apareció la Diabetes ella tuvo que hacer ajustes y cambios en sus planes y comenzó a prestar atención a algunas cosas así por ejemplo ella siempre consigo insulina y pastillas de glucosa cuando va a esquiar o a correr, cuidando mucho lo que come, anteriormente había sido un poco descuidada y no pensaba en el tipo de comida que hacía y ese cambio le costó un poco al principio |
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Utilizando la ascensión al Everest para aprender de Diabetes
A Cross no le quedaba demasiado tiempo para entrenarse para la expedición al Everest, sin embargo sabía que era necesario la realización de un duro entrenamiento para esa hazaña.
Al tratarse de una montaña de más de 8.000 metros de altura, los alpinistas pasan la mayoría del tiempo en distintos campamentos base, suben a picos más altos y después vuelven a bajar para lograr aclimatar a sus cuerpos a esas alturas. Para ella el hecho de repetir esas ascensiones día tras día y después volver de nuevo al campo base era un poco desesperante.
Este no era mi estilo de alpinismo, soy una persona impaciente, a mi lo que me gustaba era ir al pico de una montaña, subir y bajar. Por otro lado el campamento base no es un lugar maravilloso, sólo un lugar con rocas, hielo y nieve alrededor, en realidad no puedes hacer nada salvo leer, jugar a las cartas y comer, así que utilizaría el tiempo para aprender sobre diabetes, pues como era relativamente nueva para mi yo me encontraba muy interesada en conocer como afectaría mi diabetes este tipo de actividad física, creía que iba a tener valores bajos de glucemia en el Everest pero en realidad lo que tenía eran valores altos, pero la dieta que hacíamos no era de lo más saludable, comía mucho arroz, patatas y pan blanco que no solía comer en mi dieta habitual, pero tenía que comerlo pues no había mucho más y mi cuerpo necesitaba esa energía, así que tuve que doblar la dosis de insulina Lantus de mis habituales 5 Unidades a 10 y doblar de 2 a 4 Unidades la insulina Humalog que utilizaba antes de cada comida. |
La emoción de la experiencia
Realmente la expedición al Everest tuvo sus recompensas. La ascensión es algo inimaginable, aquellas paredes verticales como torres, la nieve, el hielo encima de ti que está como amenazándote, las enormes cortadas, hacen que entre la montaña y el cielo tu te sientas insignificante, el calor y el apoyo del resto del equipo es también algo formidable así recuerdo una día que ya estábamos bastante altos y estábamos en una zona de hielos y se acercaba una tormenta, mientras tanto yo estaba sufriendo una hipoglucemia de 40, sin saber lo que hacía, pero por suerte los de mi equipo estaban cerca y observándome y me ayudaron.
Un día, estando a 26.000 pies de altura de repente, subieron mucho las temperaturas lo que me provocó un ataque de asma provocado por el ejercicio y entonces decidí no seguir adelante por miedo a enlentecer al resto del grupo, pero cuando estábamos a 28.000 pies de altura otros miembros del equipo comenzaron a tener problemas y sumado a un repentino empeoramiento de las condiciones climáticas hizo que también ellas tomasen la decisión de abandonar.
Cross no pensaba que fuese absolutamente necesario hacer cumbre para lograr que su mensaje se entendiera. Una de mis metas era decir: vale yo tengo diabetes pero todavía puedo tener una vida fabulosa, si esto puede de alguna manera ayudar a alguien con diabetes entonces yo habré hecho un buen trabajo.
Cross, con su estilo de vida activo, únicamente trata de ser un ejemplo de inspiración para otras personas con diabetes, según ella dice, creo que ya no me volverá el cáncer de mama, pero con la diabetes nunca hay un "después".
Otros planes
Próximos viajes incluyen una expedición para esquiar 450 Km. en 7 días desde Rusia a Suecia cruzando toda Finlandia, no será sencillo y desde luego algo superior a lo que la mayoría de la gente considera el típico ejercicio. |
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