1. |
Se debe animar a los pacientes que llevan la MCG o la medición Flash, a mirar los datos tantas veces como les sea posible, pues en todos los estudios se ha demostrado que SOLAMENTE se obtiene beneficio clínico cuando se utiliza de una manera continua, o casi continua.
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2. |
Es muy importante establecer unas expectativas realistas a los usuarios tanto de MCG como de medición Flash. Aunque sigue perfeccionándose cada día y se ha demostrado que son una herramienta muy útil, no son perfectos y pueden tener su particularidades según el tipo de aparato. Unos necesitan calibración externa con autocontrol sanguíneo a distinta frecuencia. Otros pueden venir calibrados de fábrica como es el caso del sistema Flash. Con este tipo de sistema se disminuyen las falsas lecturas y se evitan alarmas falsas.
Nunca olvidemos leer y cumplir las recomendaciones de usuario de cada fabricante.
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3. |
Algunas veces es necesario confirmar la glucemia del aparato CGM o FLASH o con una glucemia capilar, sobretodo si en ese momento el aparato no muestra flecha de tendencia, o cuando la cifra que muestra está muy elevada o muy baja.
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4. |
Aquellos sistemas que lleven alarmas, como Dexcom, Navigator, Enlite nos permiten ir ajustando y por lo tanto individualizando los limites por encima y por debajo para que las alarmas salten. Al principio se aconseja no poner los limites demasiado ajustados para evitar que salten demasiadas alarmas y desanimarnos con el sistema.
Con el tiempo y según vamos conociendo mejor como el aparato se adapta a nuestra diabetes, podemos poner limites más ajustados. Se recomienda que no sean iguales a lo largo del día, siendo recomendable ajustar el límite de glucemia elevada un poco más alto por la noche.
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5. |
Los pacientes con estos sistemas de MCG con alarmas deben de seguir una misma estrategia de respuesta para responder a las alarmas de hipoglucemia, y comenzar con 15 gramos de hidratos de carbono de absorción rápida y esperar los 15 min recomendados. Pasado ese tiempo hay que confirmar la glucemia con un autocontrol sanguíneo, dado que el tiempo normal de retraso de 5-10 minutos entre sangre y líquido intersticial suele aumentar con cambios bruscos de glucemia. Esto se acentúa durante las hipoglucemias.
Es muy recomendable comentar nuestra estrategia de actuación no solo con nuestro equipo médico, sino también con nuestros seres queridos.
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6. |
Para responder a las glucemias altas que se puedan producir en los periodos entre las comidas, hay que saber el pico máximo de actuación de la insulina rápida. Esta puede ser entre 90-120 minutos y termina su actuación entre 3-4 horas más tarde. Es fundamental tener en cuenta la insulina que tenemos “a bordo”, y evitar el sobre tratamiento de insulina cuando nos pongamos inyecciones de insulina extra o “de rescate”.
El encabalgamiento de varias dosis de insulina actuando a la vez acarrea un elevado riesgo de hipoglucemias.
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7. |
Los pacientes deben de tener siempre en cuenta las flechas de tendencia, siempre que se vayan a realizar ajustes en el tratamiento. Estas flechas nos van a dar las pistas para ajustar el tiempo entre insulina y comida, poner dosis de ajuste según nuestra factor de corrección y nuestra ingesta.
Hay que tener paciencia al principio, mientras adquirimos experiencia y vamos recibiendo la información adecuada de nuestro equipo médico. |