Bueno, probablemente tengo el "biass" de que como persona perteneciente al grupo de los "tecnoentusiastas" mis opiniones pueden ser sesgadas. He trabajado activamente en MCG desde los aparatos más rudimentarios de hace 12 años y con las nuevas versiones que ahora acaban de aparecer. A pesar de sus imperfecciones, me parecen una maravilla que estoy seguro que serán en muy poco tiempo superados en fiabilidad, comodidad, tamaño, trasmisión remota de los datos, almacenamiento de los mismos en la “nube” etc. Casi no me puedo aguantar las ganas de verlos.
Aunque efectivamente los descensos publicados de la hemoglobina glicosilada demostrados con estos sistemas son modestos, y solamente el beneficio se demostró en adultos y embarazadas, no había mejoría en los adolescentes y sólo una tendencia no significativa en la edad pediátrica, y resultados discrepantes en cuanto a la calidad de vida. Pero con métodos distintos de medición de la misma, mi humilde opinión y experiencia personal, es que en muchos pacientes la MCG les ha cambiado la vida para mejor. Estoy pensando en como algunos de mis pacientes que con hipoglucemias asintomáticas, pueden vivir solos gracias a la “ayuda” de estos sistemas, o algunos otros que pueden seguir desarrollando su trabajo habitual gracias a la medición contínua, o otros pueden ya conducir su vehículo tranquilamente. Qué decir de aquellas madres de niños muy pequeños que pueden realizar 2 o 3 autocontroles al día en vez de los 8 o 10 habituales antes de la medición continua. A todos estos la MCG les ha hecho “vivir mejor” y eso en mi opinión es lo más importante; aunque no les puedes hacer desaparecer la variabilidad, les mejora la vida. Los pacientes y sus familias, como todo el mundo lo que buscamos es “vivir mejor”, y ahora incluso más que la consecución de un mínimo descenso no significativo de la hemoglobina glicosilada.
Estoy encantado que, por fin, un grupo de consenso de la ISPAD en enero de este año, haya recomendado por fin la MCG a todos los niños independientemente de su edad.
De acuerdo completamente que entre los objetivos de las empresas que fabrican estos sistemas, no solamente esté el mejorar la calidad de vida de las personas con diabetes, sino también incrementar sus ventas y así complacer a sus accionistas. Pero lo bueno de la tecnología y de la globalización es que, en un futuro próximo, algunas compañías romperán el casi monopolio que existe en la actualidad, produciendo esta tecnología en un país de bajos costes laborales, manteniendo la calidad y fiabilidad de los sistemas de MCG. Para entonces estoy seguro de que el número de beneficiarios de este sistema será mucho mayor en todo el mundo. Pienso que no solamente se beneficiarían pacientes con diabetes tipo 1, sino también un grupo seleccionado de pacientes con diabetes tipo 2; aunque soy de la opinión que hay un grupo pequeño de pacientes con ciertos tipos de personalidad, para quienes estos sistemas en vez de beneficiarles podrían perjudicarles. |