educación

Diabetes Infantil y Divorcio

Como nos está continuamente llegando a través de los medios de comunicación en España y en todo el mundo el índice de divorcios va aumentando y casi el 50% de los primeros matrimonios acaban en divorcio.

Cuando los padres se divorcian esto produce una serie de cambios, stress y dificultades para todos los miembros de la familia y aparecen problemas difíciles para todos que se deben de solucionar. Incluso cuando los padres se divorcian de mutuo acuerdo y de una forma amistosa se producen problemas y frecuentemente se generan problemas de dinero, se producen cambios importantes en la vida, como es cambiarse de casa, de vecindad y muchas veces de amigos y escuela con la dificultad añadida que esto representa.

Aparecen nuevas rutinas se establecen nuevos amigos, además hay que “ajustarse” a los nuevos compañeros sentimentales de nuestros padres.

Estos cambios que son muy difíciles al principio para cualquier niño, son todavía mayores para el niño con diabetes pues muy frecuentemente se van a ver reflejados en un peor grado de control, incluso cuando las todas las cosas van bien en los ambientes familiar y escolar etc. llegada la pubertad existen muchas veces problemas y dificultades de control debido a la lógica “rebeldía” de la edad contra cualquier cosa que nos venga impuesta como es el tener que vivir con la diabetes a la que nadie invitó a nuestras vidas, imaginémoslos, si además de todo esto tenemos el problema añadido del divorcio de nuestros padres, lógicamente el problema se complica, a veces el niño siente más stress porque intenta “suavizar” las tensiones entre los padres y esta tensión en el niño muy frecuentemente se va a ver reflejada en una gran variabilidad de los valores de glucemia y la respuesta del niño muchas veces es comer más o menos de lo habitual, hacer más o menos ejercicio y esta ruptura de la rutina hace que el control de la diabetes se deteriore.

Como dar las noticias

Hay que comunicar la decisión del divorcio al niño cuanto antes, para así darle más tiempo a realizar los ajustes necesarios para adaptarse a la nueva situación, se debe de buscar un momento y un lugar tranquilo para dar la noticia al niño y como decirlo va a depender de la edad y del grado de maduración del niño, al explicarle la situación al niño, y al acabarse las continuas discusiones y riñas el control de la diabetes del niño puede que mejore si los padres no siguen compitiendo después de la separación, porque si lo hicieran entonces es seguro que el grado de control de la diabetes empeoraría al sentir el niño esa tensión.

Todos los componentes de la familia necesitan un tiempo para que la “herida” cicatrice y tiene que superar los distintos sentimientos negativos que entran como culpabilidad, tristeza, soledad, rabia, vergüenza, ansiedad y a veces incluso depresión.

Es imprescindible para los padres de un niño con diabetes que aprendan a controlar estos sentimientos y que traten de comunicarse abiertamente y compartan igualmente todas las responsabilidades de la paternidad porque a pesar de la separación ES CRUCIAL para no solo asegurarse que el niño mantiene un buen grado de control sino que su SALUD EMOCIONAL no se va a ver afectada.

Cuando hable con su hijo sobre el divorcio trate de ser muy honesto y NO JUZGUE, adáptese al grado y capacidad de comprensión de su hijo. Antes habrá tenido que ponerse de acuerdo con su esposa para como contarle la situación a su hijo y juntos le hablarán a su hijo sobre sus planes, incluyendo toda la información que hayan podido recoger sobre aquellas cosas pendientes y que impliquen directamente al niño, como cambio de colegio etc. Pero no trate de ofrecer detalles o cosas que el niño no quiere ni necesita saber. Por ejemplo a la pregunta donde voy a vivir? se le puede contestar con Mamá pero estarás con tu padre los fines de semana. Esto puede ser toda la información que su hijo de momento puede digerir. Los por qué son mucho mas difícil de contestar, pero los padres deben de hacer un esfuerzo para contestar estas preguntas con el lenguaje más neutral posible y sin culpar al otro para nada. Así por ejemplo si le dice a su hijo que están está tendiendo lugar entre tu madre y yo un problema de “adultos” y hemos decidido que no podemos seguir viviendo juntos entonces el niño no sentirá la necesidad de tomar parte.

Es fundamental confirmar al niño que el va seguir siendo amado por los 2, exactamente igual que del divorcio y que además el no ha tenido ninguna culpa de lo que ha sucedido entre sus padres. No hay datos para saber si los padres de los niños con diabetes se divorcian más o menos que el resto de la población, pero si es cierto que cuando un miembro de la familia tiene cualquier enfermedad crónica incluso la relación más fuerte puede sufrir. Cuando diagnostican a un niño surgen dudas y preocupaciones sobre la salud del pequeño y además su atención exige más energía y dedicación. Los padres además de poder estar ansiosos y arrastrando bastante sueño y si no tienen apoyos, no es difícil que un matrimonio que tenía problemas puede que acabe naufragando después de diagnosticar a su hijo con diabetes.

Los niños algunas veces puede que la culpa es de ellos o de su diabetes, .Un niño que piensa que el divorcio fue por su culpa, tiende a pensar que si el se comportar bien entonces la familia volvería a estar unida, o incluso puede deprimirse, desdejar el cuidado de su diabetes para intentar forzar a los padres a volver juntos. Otros niños puede que desarrollen un comportamiento agresivo si piensan que el es la causa del conflicto entre sus padres..
Hay que tratar de explicar a su hijo que el divorcio es un problema de adultos muy común y que por lo tanto es una decisión tomada por los adultos .En resumen que es una situación que el no puede cambiar y que el no tiene ninguna culpa.

•  Intenten minimizar en lo posible los cambios, además es importante mantener una rutina y el mismo sistema de disciplina familiar que se practicaba antes en la familia. Esto puede ser un reto difícil para los padres sobretodo si tienen ideas y sentimientos sobre la educación diferentes, pero por el BIEN DEL NIÑO es importantísimo que se comuniquen y negocien un compromiso en ese tema fundamental. Cuando sea posible hay que intentar mantener al niño en la misma casa y en la misma escuela, horarios de comida y de acostarse así como también las mismas actividades de fines de semana y diversión que antes. En estos momentos es más importante que nunca mantener los amigos. los vecinos y las mascotas.

Escuchen lo que su hijo quiera comentar sobre la nueva situación. Es muy importante que tenga la oportunidad de expresar sus sentimientos sobre el divorcio. Si el niño es incapaz o no quiere comunicarse con Uds. y ya pasa un cierto tiempo, es posible que necesitemos la ayuda de un profesional tipo consejero familiar que tenga experiencia en programas para la comunicación de niños que hayan pasado por un divorcio.

Nunca critique al otro padre en presencia de su hijo, su hijo tiene necesidad de amar y ser amado por ambos padres y si se le hace escoger eso es muy malo para todo el mundo. Escondiendo las quejas y criticas por parte de ambos padres es una buena manera de ayudar a su hijo a la larga y hacer que tenga un ajuste psicológicamente más sano a la nueva situación.

Acordando un programa de Visitas

Una comunicación directa entre los padres es lo mejor para arreglar los detalles de la custodia compartida o el acuerdo para las visitas del miembro que no tenga la custodia, a veces puede ser muy útil implicar a una tercera persona para que facilite los acuerdos. El programa de visitas va a depender de la edad del niño, las condiciones del divorcio, la distancia a la que vivan los ex-cónyuges, la distancia al colegio y a veces se le puede preguntar al niño pero con mucho cuidado para no hacerle tomar parte por ninguno de los ex-cónyuges y que no se vea envuelto en el conflicto de sus padres.

Una vez que se haya solucionado la cuestión de las visitas es importante mantenerlo para que se convierta en una rutina hay en algo con lo que el niño pueda contar. Así también la planificación y el manejo de la diabetes se puede hacer mejor. Hagan lo que hagan no utilice las visitas para echar “leña al fuego” y tratar de controlar el comportamiento del niño con ellas diciendo por ejemplo: Si no te portas bien entonces no te voy a dejar ver a tu padre el próximo fin de semana, pues esto aunque al principio pudiera incluso funcionar pero después lo que va a pasar es que el niño va volverse contra Vd.

Recuerde que las reacciones a los cambios que al niño se le producen tras el divorcio son distintas para cada niño y pueden ir cambiando con el tiempo. Si el niño vuelve enfadado después de una visita a su excónyuge, eso no quiere decir que él o ella no haga las cosas bien y eso puede estar indicando la reacción del niño a los cambios que le trajo el divorcio.

Compartiendo el cuidado de su diabetes

Si los padres tienen diferentes opiniones sobre el manejo correcto de la diabetes, entonces el niño se va a sentir inseguro y además puede pensar que uno de sus padres no trata su diabetes adecuadamente y puede incluso pensar que ninguno de los dos la sabe tratar correctamente, pudiendo llegar a perder el interés del control por completo. Los 2 padres tienen que ser responsables y aprender lo máximo que se pueda sobre el manejo de la diabetes infantil y los dos tienen que ser igual de expertos en el manejo de todos los aspectos de la diabetes infantil..Como lo más importante es la salud y el bienestar del niño es fundamental que se trabaje juntos, con objetivos comunes para mantener el mejor grado de control posible de la diabetes de su hijo.

Una buena comunicación entre los padres debe de incluir no solamente el manejo de todo los aparatos, accesorios, glucagón e insulinas sino también los teléfonos de urgencia del endocrinólogo que atiende al niño, así que cada vez que el niño cambia de casa se debe de intercambiar la siguiente información:

•  Información general sobre como ha estado el niño durante los último días, hablando sobre el numero de hipoglucemias y de hiperglucemias comentando las posibles causas y como se han tratado, si tuvo acetona o no etc. También se debe de decir cualquier cambio que haya podido haber tenido lugar en las dosis o en los tipos de insulina desde la última visita.

Información específica sobre como ha ido el día, explicando cuando y que comió el niño, si hizo ejercicio físico, de que tipo y a que hora, mejor incluso escribiendo toda esta información y grapando esta hoja al cuaderno de autocontrol sanguíneo del niño.

•  Hay que comentar cualquier otra enfermedad o cosa que le haya ocurrido desde la última visita esto es necesario, no para culpar a nadie sino para ofrecer información que puede ser útil.

El padre puede que no sepa que su hijo cada domingo por la noche cuando retorna con su madre está por encima de 300 porque si el lo supiera podría hacer los ajustes insulínicos necesarios para que su hijo regrese con una glucemia adecuada. Aprender a comunicarse puede que no sea una tarea fácil pero puede hacerse.

Una madre divorciada cuyo hijo mantiene la diabetes bien controlada lo explica asi. Mi exmarido y yo hemos decidido que el control de la diabetes de nuestro hijo Juan sea lo más prioritario y por lo tanto seguimos acudiendo a los controles médicos de Juan juntos, es mucho mejor así porque ambos podemos hacer las preguntas que queramos al médico y los dos escuchamos con atención las indicaciones que nos dan para ayudar a nuestro hijo de la mejor manera posible, evitando un montón de malos entendidos entre nosotros. Aunque a veces resulte difícil es muy bueno para nuestro hijo que compartamos la información de su cuaderno de autocontrol y siempre le comunico si ha tenido hipoglucemias durante la noche, el también apunta si ha comido algo especial o ha hecho ejercicio físico así como las dosis de insulina que se ponen, como el niño esta casi toda la semana conmigo, a veces me pregunta sobre los gramos de carbohidratos de cada comida o las dosis de insulina, nos ponemos de acuerdo tambien en cuanto a “las comidas especiales” para que Juan no nos maneje o no nos enfrente a uno contra el otro, así que lo hacemos todo con el amor que le tenemos a nuestro hijo.

Incluso cuando los padres cooperan totalmente, existen a menudo diferencias en los estilos de vida y en la forma de educar de ambas casas. Estas diferencias pueden interferir en el cuidado de la diabetes del niño y traducirse en valores de glucemia muy fluctuantes. Por ejemplo con el padre lass comidas son a horarios mucho mas flexibles y las comidas más frecuentemente incluyen comida rápida y postres dulces mientras que en casa de la madre las comidas son a horarios mucho más regulares y los menús suelen ser mas sanos.

También el ejercicio físico puede variar bastante de una casa a la otra, no hay ninguno que sea correcto o incorrecto lo único importante es ajustar el tratamiento del niño para que se acomode a esas variaciones.

Algunas veces los efectos de los diferentes horarios sobre los niveles de glucosa del niño resultan muy obvios, pero otras veces no están tan evidentes. Algo que puede ayudar son los cuadernos o las hojas de registro mensuales en vez de semanales y marcar todos las cifras de glucemia fuera de los rangos aconsejables con distintos colores y eso puede darnos pistas para poder ajustar mejor el tratamiento del niño y acomodarlo a ambas casas, sin duda pueden resultarnos útiles las pistas y sugerencias que nos hagan cuando comentemos las situación con el equipo médico del niño.

No se olvide de Vd. mismo

El cuidado y atención del niño no debe de ser excusa para olvidar o dejar de lado nuestro propio cuidado. No hay ninguna duda que los divorcios producen dolor y sentimientos de tristeza, de pérdida etc. Y olvidar todos estos sentimientos. Para los padres que custodian a sus hijos, aprender a manejar la finanzas, a vivir en una casa monoparental y a la vez atender las necesidades especiales del correcto cuidado de su hijo puede en ocasiones ser demasiada carga.

Para el otro padre, el perder el contacto diario con el niño y sus necesidades diarias también lleva un tiempo para ajustarse a la nueva situación, sin embargo no puede abandonar pues su papel primordial en la vida de su hijo continua y incluso es mas vital que nunca.

Aprender a manejar la nueva relación con su ex supone por si mismo un reto importante. Hay que tener mucho cuidado para que las heridas que hayan podido quedar después del divorcio no interfieran en la relación con su hijo de ninguno de los dos padres cuando estos establezcan nuevas relaciones de pareja. Se deberá de intentar que el nuevo padre o madre se implique en las sesiones de educación diabetológica así como en las visitas que se realicen al equipo médico. Si se casa de nuevo, recuerde que llevará un tiempo, paciencia y sensibilidad para que el niño acepte a la otra persona como figura parental.

Buscar los apoyos necesarios y trabajar juntos, para lograr ser unos padres cooperativos, así se evitará utilizar al hijo como “trasmisor de comunicación” entre Vds. Puede resultar tentador acercarse a su hijo, sobretodo si es adolescente, para lograr comprensión y apoyo, pero este papel de amigo o confidente no es el que su hijo en realidad necesita, su hijo lo que de verdad necesita es un padre. Mantenga claros los límites, busque si es preciso ayuda de otros miembros de la familia, amigos o un psicólogo si fuera preciso para ayudar a superar las dificultades.

Hay normalmente bastantes lugares donde se puede encontrar apoyo después de pasar un divorcio. Un amigo intimo o un familiar cercano pueden ser las primeras personas a las que generalmente se acude. Aquellas circunstancias especiales en que ha habido violencia o malos tratos entonces se necesita frecuentemente acudir a recibir ayuda de profesionales especializados en dicha temática, preguntar a amigos por estos profesionales, buscar en las páginas amarillas y solicitar información y apoyo en las Asociaciones de Mujeres Maltratadas de su Comunidad.

Los investigadores desde hace muchos años han estudiado el impacto de los divorcios sobre los niños. Parece bastante claro que lo que de verdad cuenta al final la actitud de los padres durante el periodo de transición, si este es pacifico y con responsabilidad por ambas partes en general el niño no tendrá problemas.

Cuando hay un compromiso con la salud y bienestar del niño así como sus necesidades entonces los padres pueden acordar el crear una atmósfera sana en la que el niño pueda crecer y desarrollarse sano emocionalmente sin olvidarse de tener un control razonablemente bueno de su diabetes.

Cuando a nuestro hijo le diagnostican de diabetes esto es un reto que hace todavía mayor el compromiso que para toda la vida adquirimos cuando tenemos un hijo Si los padres separados se ponen de acuerdo sobre el manejo de la diabetes esto dará una lección magistral a su hijo que sin duda le ayudará en el futuro a resolver de una manera saludable otros retos que se encontrará en su vida

Intenten esforzarse y mantenerse unidos en estos objetivos. Es lo menos que se merece su hijo.
Silvia Yáñez González
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