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Mujeres y Diabetes - Incontinencia Urinaria

"Me despierto 4 ó 5 veces por la noche para ir al baño. ¡Estoy agotada!" "Debo conocer todos los servicios públicos en la ciudad", "tuve que cancelar el viaje que estaba planeando porque no pensaba que mi vejiga lo aguantaría", "he dejado de ir a mi clase de gimnasia porque tengo pérdidas de orina".

¿Estos comentarios parecen familiares? Cálculos actuales sugieren que 13 millones de americanos experimentan incontinencia urinaria- la perdida involuntaria de orina- y que hasta el 85% de los afectados son mujeres. Como muchos otros problemas de salud, el riesgo de desarrollar una incontinencia aumenta con la edad. Para el año 2030, el 20% de la población de los Estados Unidos tendrá más de 60 años, que significa que el número de Americanos afectados por incontinencia urinaria aumentará con seguridad.

La incontinencia puede tener un efecto enorme en la calidad de vida de una mujer, incluyendo su bienestar emocional y la capacidad de llevar a cabo actividades cotidianas normales. Como una mujer lo expresó, " la incontinencia no te mata; simplemente te secuestra la vida". También es un problema costoso, se calcula que de 25 mil millones a 36 mil millones de dolares se gasta cada año en gastos médicos y personales asociado con la incontinencia, desde evaluaciones y tratamientos hasta gastos de lavandería extra. Pero el precio humano en vergüenza, aislamiento social y depresión es incalculable.

La Diabetes e Incontinencia Urinaria

Las mujeres con diabetes tienen un mayor riesgo de hasta el 70% de desarrollar incontinencia urinaria. La diabetes también está asociada con un comienzo más temprano y una severidad mayor de incontinencia. Clásicamente, se pensaba que el problema de salud más común de las mujeres con diabetes era la vejiga neurogénica, un trastorno caracterizado por sensibilidad de vejiga disminuida y capacidad reducida del músculo de la vejiga para contraerse, que da como resultado la incapacidad de vaciar la vejiga. Sin embargo, la cistopatía de la vejiga probablemente representa un fallo terminal de la vejiga. Hoy en día se piensa que la incontinencia urinaria en mujeres con diabetes es una condición progresiva, englobando una amplia gama de síntomas que incluyen, urgencia urinaria (una fuerte presión para vaciar) necesidad de vaciar frecuentemente tanto por el día como por la noche, e incontinencia.

El mecanismo exacto por el cual la diabetes causa incontinencia es todavía desconocido. Sin embargo se sabe que el azúcar en sangre alta, puede causar un aumento en la cantidad de orina producida, dando como resultado urgencia, necesidad de orinar frecuentemente y posiblemente incontinencia. Así mismo, complicaciones asociadas con la diabetes, como la neuropatía autonómica, pueden dañar los nervios de la vejiga en diferentes grados, posiblemente causando incontinencia. Si un mejor control de glucosa en sangre puede mejorar el control de la vejiga en mujeres con incontinencia urinaria y diabetes, eso está actualmente investigándose.

Por supuesto la diabetes no es la única causa de incontinencia urinaria. Algunas sustancias y medicamentos comunes pueden dar lugar a incontinencia o exacerbar una incontinencia ya existente como efecto secundario. Por ejemplo, el alcohol puede contribuir a la frecuencia urinaria, mientras que los diuréticos y la cafeína pueden contribuir tanto a frecuencia como urgencia. Las personas que toman antidepresivos de la clase llamada SSRIs producen también un riesgo elevado de desarrollar incontinencia urinaria (en cambio, otros tipos de medicamentos producen retención urinaria).

Tipos de Incontinencia Urinaria

Tipos comunes de incontinencia son: Incontinencia de estrés, incontinencia mixta, incontinencia desbordante, tipo relativamente poco común, incontinencia de urgencia, incontinencia funcional que está asociado con un repentino y fuerte deseo de orinar en personas con una vejiga hiperactiva que describen una urgente necesidad de orinar o pérdidas de orina al acercarse al cuarto de baño o a la puerta principal de su casa, cuando oye el sonido de agua corriente o cuando es expuesta repentinamente al frio. Otros síntomas incluyen una necesidad de orinar frecuentemente y despertarse a menudo durante la noche para orinar. Algunas personas con una vejiga hiperactiva, logran evitar accidentes, orinando a menudo y restringiendo la cantidad de líquidos. Estas estrategias pueden funcionar en las primeras etapas, pero empiezan a fracasar cuando los síntomas aumentan.

Una vejiga hiperactiva es causada por repentinas contracciones involuntarias de la vejiga. En circunstancias normales, la vejiga se expande con la orina, parecido a un globo, aunque el estiramiento de las paredes de la vejiga envía señales cada vez más fuertes de lleno al cerebro cuando su límite de capacidad está llegando, una vejiga sana se contrae para expulsar la orina solo cuando su dueño le da permiso . Una vejiga hiperactiva puede contraerse en momentos socialmente embarazosos, incluso cuando la cantidad de orina en la vejiga es pequeña.

Incontinencia de estrés. La pérdida de orina causado por un aumento en la presión sobre la vejiga, se llama incontinencia de estrés. Toser, estornudar, reírse, hacer ejercício, levantar un objeto incluso simplemente ponerse de pie puede causar pérdida de orina en personas con este tipo de incontinencia. Incontinencia de estrés no es causada por estrés emocional.

Incontinencia de estrés puede ocurrir si los músculos que dan soporte a la uretra (el tubo a través del cual la orina sale de la vejiga y del cuerpo) son debilitados y la uretra pierde su capacidad de permanecer herméticamente cerrada cuando la presión golpea la vejiga.

Incontinencia mixta. Es posible sufrir una combinación de incontinencia de urgencia de estrés. Esta condición se llama incontinencia mixta. A menudo uno u otro de los tipos predominará.

Incontinencia desbordante. La vejiga tiene dos funciones: almacenar y vaciar orina. La mayoría de las incontinencias son resultado de defectos en la capacidad de la vejiga para almacenar orina. Sin embargo, la incontinencia desbordante es el resultado de vaciar defectuosamente.

En mujeres -especialmente aquellas con diabetes- quienes pueden sufrir algún daño de nervios en la vejiga- la vejiga puede perder su capacidad para contraerse bien, causando fallo al vaciar. Una vejiga demasiado llena tiende a desbordarse, causando pérdidas involuntarias.

Incontinencia funcional. Algunas personas pierden control de la vejiga a causa de factores no relacionados con el tracto urinario. Si una persona es incapaz de llegar por si misma al baño, si la artritis hace difícil quitar la ropa o si un impedimento cognitivo (enfermedad de Alzaimer) interfiere con el reconocimiento de las señales de una vejiga llena, puede dar como resultado pérdida de orina. Se dice que las personas con estos tipos de problemas, tienen incontinencia funcional.

Tratamiento

El primer paso en tratar la incontinencia es educarse en cuanto incontinencia y la función de la vejiga, incluso antes de ir al médico. Hay muchos recursos disponibles y hay muchos pasos sencillos que puedes tomar para mejorar el control de la vejiga. Estar bien informado también será de ayuda cuando buscas tratamiento de un profesional de la medicina.

El siguiente paso es comentar la incontinencia con el médico de familia. Pregúntale acerca de los tratamientos que puede ofrecer para la incontinencia y pregunta si deberías ver a un especialista. Mantener un diario que incluya las veces que orinas durante el día, un historial de las horas y las circunstancias de la pérdida y lo que bebes durante el día puede ser de ayuda tanto como una herramienta de control como un documento de patrones y cambios.

La evaluación inicial puede ser algo tan sencillo como contestar preguntas sobre la incontinencia y sometiéndote a un análisis de orina para comprobar si hay alguna infección de la vejiga. Muchos médicos querrán hacer un examen de la pelvis para comprobar la fuerza muscular de la pelvis, y la caída de los órganos pélvicos, que puede contribuir a la incontinencia de estrés.

Algunas de las opciones en el tratamiento de la incontinencia incluyen tratamientos del comportamiento, terapia medicinal, y como último recurso la cirugía. El perder peso sobrante también puede ayudar a restaurar la continencia, aunque otros métodos se prescriben a menudo de una manera simultanea puesto que un programa de pérdida de peso puede tardar tiempo en mostrar resultados.

Tratamiento de comportamiento: Puesto que los tratamientos de comportamiento son eficaces para la mayor parte de los tipos de incontinencia, y puesto que no tienen efectos secundarios dañinos, el aprender ejercicios para los músculos de la pelvis, técnicas de supresión de la urgencia inmediata, y/o volver a entrenar la vejiga es un buen primer paso hacia recobrar la continencia. Los ejercicios de los músculos de la pelvis, llamados ejercicios de Kegel, han demostrado mejorar la función del esfínter de la uretra e inhibir contracciones de la vejiga no deseadas. Tales ejercicios pueden ser útiles en el control tanto de incontinencia de estrés como de urgencia. Los ejercicios pueden ser mejorados con el uso de conos vaginales (aparatos en forma de tampones que pueden ayudar a una mujer saber que músculos contraer cuando está practicando los ejercicios de Kegel) o Biofeedback. En la terapia de Biofeedback, sensores especiales son colocados el el abdomen, un pequeño "electrodo" es colocado en la vagina o el el recto para medir la actividad eléctrica de los músculos mientras se está haciendo los ejercicios de los músculos de la pelvis. Esta actividad entonces se transforma en lineas de color en una pantalla de ordenador, que demuestra si la persona está utilizando los músculos correctos. La Terapia Biofeedback tiene lugar en la consulta del médico y también se le da a la persona ejercicios para practicar diariamente en casa. La Terapia Biofeedback también puede incorporar (Pelvic Floor Stimulation -PFS-), una técnica en la cual los músculos inferiores de la pelvis se fortalecen a través de estimulación eléctrica, sin dolor, utilizando un "electrodo" vaginal o rectal. Si la técnica reduce la urgencia o frecuencia urinaria, una unidad PFS puede comprarse para uso en el hogar, donde normalmente se utiliza dos veces al día durante 15 minutos, durante varias semanas, y entonces cada vez menos al disminuirse los síntomas.

La supresión de urgencia, es una técnica para controlar la urgencia repentina y para recobrar el control cuando la necesidad de orinar va en aumento. Se trata de permanecer quieto, apretando y relajando los músculos inferiores de la pelvis rapidamente varias veces, respirando profundamente y distrayéndose con una actividad mental (como hacer listas o leer) hasta que el fuerte impulso de orinar desaparezca.

El volver a entrenar la vejiga utiliza visitas programadas al baño para ayudar a volver a aprender la función normal de la vejiga, por ejemplo, una persona podría esperar entre una o dos horas entre visitas al baño, ignorando cualquier impulso de orinar o cualquier pérdida que ocurra entre tanto. Mientras el cuerpo se acostumbra a esperar se incrementa estos intervalos en bloques de media hora hasta que se orina en intervalos normales. Mientras el intervalo entre visitas al baño se incrementa gradualmente utilizando este método, la capacidad de la vejiga mejora y las pérdidas se reducen.

Si no consigues una mejoría adecuada o si crees que podrías beneficiarte de la terapia Biofeedback o PFS, trabajar con un fisioterapeuta o un especialista con experiencia en la rehabilitación de "suelo pévico" (los músculos inferiores de la pelvis) puede ser de gran ayuda.

Terapia Medicinal: Hay varios medicamento diferentes aprobados para el tratamiento de una vejiga hiperactiva, todos los cuales pertenecen a una familia llamada "anticolinérgicos". Los anticolinérgicos puede bloquear las sustancias químicas que actuan sobre los nervios de la vejiga, reduciendo las contracciones de la vejiga no deseadas. Los medicamentos pueden ofrecer alivio significativo y son seguros, pero tienen efectos secundarios, siendo los más comunes, la boca seca y el estreñimiento. A menudo es necesario un proceso de comprobación para determinar que medicamento y que dosis ofrece la mejoría adecuada en cuanto a la continencia o el menos número o al menos los menos molestos efectos secundarios.

Mientras que actualmente no hay medicamentos aprobados por el Ministerio de Alimentos y Medicamentos para el tratamiento de incontinencia de estrés, se está estudiando varios medicamentos que se espera sean aprobados en un futuro próximo.

Aparatos internos: Un "pesario" es un aparato que se coloca en la vagina para sostener el útero y/o vagina y recto. Cuando se utiliza para tratar la incontinencia de estrés, un pesario insertado como es debido impide pérdida de orina actuando como un "freno" y manteniendo la presión dentro de la uretra cuando se tose, se estornuda o se hace ejercicio. Un pesario, bien insertado no debería causar molestias. La usuaria generalmente no advierte la presencia del aparato en la vagina.

Femsoft es un aparato flexible, suave, lleno de fluido que se inserta en la uretra y actúa como un tampón temporal contra las pérdidas de orina. La usuaria tiene que aprender la técnica de inserción y cambiar el aparato cada ver que orina o cada 4 a 6 horas. Muchas pacientes reservan Femsoft para actividades fuertes, como correr o hacer aeróbic. Está sólo disponible por prescripción médica.

Otros tratamientos: hay otros tratamientos disponibles, que incluyen inyecciones y cirugía para la incontinencia de estrés, pero solo se deberían de considerar cuando otros tratamientos más sencillos hayan fracasado. Las mujeres que tienen problemas crónicos o complicados, quienes están interesadas en la cirugía o quienes no mejoran después de un tratamiento inicial deberían ser enviadas a un centro de continencia, uroginecólogo o un urólogo, quienes pueden hacer un análisis más extenso y ofrecer otras opciones de tratamiento.

Conclusión

La incontinencia urinaria puede robarte el sueño, hacer que acontecimientos sociales sean difíciles y obstaculizar actividades físicas. Es común, crónica y costosa, pero no es una situación normal en el envejecimiento. Ahora se dispone de una amplia variedad de tratamientos que pueden ayudar a mejorar considerablemente la calidad de vida. Si sospechas que estas afectado por la incontinencia, aprende todo lo que puedas acerca de ella y habla con tu médico de familia o atención primaria sobre que tratamientos pueden ser los más adecuados para ti. No permitas que la incontinencia urinaria siga impidiéndote hacer las actividades de las cuales disfrutes.
Traducción: Nieves Simón Blanco
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