Convivir con la diabetes y toda la planificación, comprobación y los cuidados que conlleva, puede ser solitario y abrumador en ocasiones.
A veces las tareas diarias pueden parecer demasiado agobiante para una sola persona.Por eso es importante reunir y formar un equipo de personas que pueden ayudarte e incluso involucrarse mientras te cuidas a ti mismo. Y por muy buenas que sean tus intenciones y aptitudes, puede llegar el momento cuando eres incapaz de tomar la determinación apropiada sobre el cuidado de tu diabetes.
Tu equipo de apoyo puede tomar parte y proporcionarte la ayuda que tu necesitas.
¿Qué es un equipo de apoyo?
Imagina que tu eres un entrenador y las personas con las cuales pasas tiempo- tu familia, amigos, compañeros de trabajo y profesores por ejemplo- son los jugadores. Estas personas son vitales para tu plan de acción( juego) contra la diabetes y por ejemplo en baloncesto no se podría jugar y se debería quedar en los vestuarios si sólo una persona tira a la canasta. De la misma manera el enseñar a las personas a tu alrededor como ayudarte a cuidar tu diabetes puede ayudar a aliviar tu carga, mejorar la calidad de tus cuidados y quizás salvar tu vida.
Un equipo de apoyo debería incluir a todas las personas con las cuales puedes contar para ayudarte en una emergencia, como una reacción hipoglucémica o baja glucosa en sangre. Si no tienes un equipo de apoyo presente en el momento oportuno y experimentas un episodio hipoglucémico, podrías terminar en urgencias cuando podrías haber solucionado el problema con el sentido común de unas pocas personas que sabían que hacer. Tu equipo entenderá cuando necesitas ausentarte de una reunión de trabajo para comprobar tu glucosa en sangre.
Ellos te recordarán que tienes que reponer las tabletas de glucosa en el coche, o ellos pedirán un descanso durante un ensayo del coro cuando es hora de ponerte una inyección. Tener un equipo de apoyo no significa que tu eres menos capaz de controlar tu diabetes. Significa que tu has dado un paso importante en tu auto-cuidado de la diabetes y que estas planificando superar cualquier circunstancia no anticipada que pueda suceder.
Hay también algunos beneficios adicionales. Formar un equipo de apoyo significa decir a la gente que tienes diabetes y por lo tanto ya no estas ocultando una parte importante de tu vida. Si estas en proceso de asimilar el hecho de tener diabetes, el proceso de contárselo a la gente puede ayudarte a aceptarlo. También al contar a las personas que tienes diabetes es posible que aprendas quienes son tus verdaderos amigos y aliados. Los verdaderos amigos te aceptarán por lo que eres. Probablemente no quieres “ amigos” que te rechacen sólo porque tienes diabetes.
Reunir un equipo de apoyo también puede ser de ayuda a las personas que conoces. La mayoría de las personas no saben mucho acerca de la diabetes hasta que se les diagnostica. Cuando hablas sobre tu diabetes, otras personas pueden aprender acerca de los síntomas y el tratamiento. Como resultado, pueden buscar un tratamiento temprano si sospechan que ellos también tienen diabetes.
¿Quién debería estar en tu equipo?
Cuando formas tu equipo de apoyo, tendrás que explicar a cada miembro lo que es la diabetes y un poco sobre el impacto que tiene en tu vida. Casi siempre ,es más fácil comenzar con las personas con las que convives. Para los matrimonios eso incluye tu esposo/a o tu compañero/a. Cuando se trata de familias tendrás que incluir a los niños. Los niños de todas las edades pueden entender la información básica sobre el control de la diabetes y las situaciones especiales que surgen donde ellos te pueden ayudar.
Para la gente joven, un compañero de habitación de la universidad es un recurso inestimable en tu equipo de apoyo. Las personas con las cuales convives te conocen en tus mejores y peores momentos, y pueden ayudarte con tu control de diabetes.
La mayoría de las personas pasan casi todo el día fuera de casa trabajando. Por lo tanto, es una buena idea incluir algunos compañeros de trabajo en tu equipo. Sin embargo, depende de ti decidir que compañeros de trabajo incluir y si contárselo a tu jefe o no. La decisión de contárselo depende de las circunstancias de tu trabajo y las personas implicadas. Quizás quieras buscar consejo legal para ayudarte a determinar tus derechos y responsabilidades y el impacto de no revelar tus condiciones médicas. Aunque puede que no quieras exagerar el hecho de que tengas diabetes, un compañero de trabajo involucrado y bien informado puede mantenerte a ti, y tu trabajo a salvo con simplemente algo de conocimientos básicos e intuición.
Después, piensa dónde y con quien pasas tu tiempo de ocio. ¿Perteneces a algún club deportivo o gimnasio? Sino ¿Estás pensando en hacerte socio de uno? Piensa en los recursos que necesitas tener disponibles para tu control de diabetes cuando se trata de hacer ejercicio. Elige un gimnasio donde apoyan a personas con diabetes. Un personal de preparación con conocimientos que te vigilarán mientras estás haciendo ejercicio es importante. Agua y zumo de fruta también deberían de ser accesibles. Si asistes a una clase de gimnasia, intenta llegar a conocer alguno de los asistentes regulares. Ellos te pueden ayudar durante tu clase de “step“ o sesión de yoga si empiezas a sentirte indispuesto/a.
Otros miembros de tu equipo de apoyo pueden encontrarse donde pasas tu tiempo. La persona con la cual compartes, música en el coro de la iglesia es una persona fantástica para tener en el equipo. Compañeros de tu grupo aficionado de teatro, el grupo local de voluntarios, y quizás incluso la dependienta de la boutique favorita son personas que encuentras a lo largo de tu horario ajetreado, quienes te pueden ayudar con tu control de diabetes. ¡Tu equipo de apoyo debería ser diverso¡
Si tu hijo tiene diabetes, asegúrate que incluyas otros cuidadores en su equipo de apoyo. Los compañeros de juego de tu hijo y sus padres son miembros clave. No olvides incluir el profesor/a de tu hijo, la enfermera del colegio y el entrenador de deporte. Si tu hijo es pequeño, los cuidadores de día pueden ser integrados como miembros del equipo de apoyo.
¿Qué es lo que necesitan saber?
Lo más importante que tu equipo necesitará saber es como ayudarte a enfrentarte a la hipoglucemia o bajo nivel de glucosa en sangre.
Comienza explicando lo que es hipoglucemia(una reacción a no tener suficiente azúcar en sangre para dar energía a tu cuerpo) y describe las señales y los síntomas clásicos que necesitarán reconocer. Estos incluyen temblores, nerviosismo, sudores, problemas de concentración, dolor de cabeza, mareos, cambios de humor, fuerte sensación de hambre e irritabilidad.
Diferentes personas experimentan diferentes síntomas durante las reacciones hipoglucémicas, por tanto es importante saber cuales son los síntomas que tú experimentas normalmente. Comenta estos síntomas con tu equipo de apoyo para que ellos puedan darse cuenta cuando comienza a disminuir tu azúcar en sangre.
Cuando experimentas una reacción hipoglucémica, no siempre es fácil que tú misma te des cuenta. Dejar claro que los miembros de tu equipo pueden tener que informarte de los síntomas y recordarte que compruebes tu nivel de azúcar. La única forma segura de saber que tienes hipoglucemia es comprobar tu glucosa en sangre. Si los miembros de tu equipo de apoyo se sienten un poco intimidados por la sofisticación de tu aparato de medición de glucosa, explícales que es simplemente una herramienta que utilizas para el control diario de tu diabetes. Incluso puede que quieran comprobar su propia glucosa en sangre para ver como funciona.
En la mejor de las circunstancias tú puedes comprobar tu azúcar en sangre en el momento que parece que tu glucosa en sangre está bajando y entonces actuar según el resultado de la medición. Hablar con tu médico para determinar a que nivel de azúcar en sangre deberías comenzar tratamiento.
Por supuesto, comprobar el nivel antes puede no ser siempre posible. ¿Qué sucede si no tienes el aparato de medición contigo? Nunca esperes a llegar a casa para tratar un bajo nivel de glucosa en sangre, especialmente si tienes que conducir. Ayuda a que tu equipo entienda que necesitas tratar tus síntomas inmediatamente. Si todavía no te encuentras bien, quizá un miembro de tu equipo podrá acompañarte o llevarte a casa en coche.
¿Cómo puede tu equipo de apoyo tratar tu bajo nivel de azúcar en la sangre? Primero, ellos necesitan conocer algunas fuentes de carbohidratos de acción rápida que pueden ser fácilmente absorbidos en sangre. Algunas buenas fuentes de “carbohidratos de bolsillo” son de dos a cinco tabletas de glucosas, un tubo de gel de glucosa, dos cucharadas soperas de pasas, media lata de soda, cuatro onzas de zumo de fruta, de seis a ocho onzas de leche descremada o de cinco a siete “Lifesavers”. Asegúrate de que tu equipo sepa dónde guardas tus carbohidratos de acción rápida.¿Están en tu bolso? ¿En la guantera de tu coche? ¿En tu taquilla del gimnasio? ¿En la mochila que llevas a tu clase de baile? Mantén unos pocos tipos diferentes de carbohidratos disponibles donde los miembros de tu equipo puedan encontrarlos.
Tu equipo también debería saber que “más” no es necesariamente “mejor”. Sobretratar la hipoglucemia con dulces puede causar niveles muy altos de azúcar en sangre más tarde y las calorías extras pueden dañar tus esfuerzos para controlar tu peso. El chocolate o caramelos son malas elecciones en tratar el nivel bajo de azúcar en sangre porque la grasa en estas comidas ralentiza la absorción.
Una vez que has tomado tu dosis de carbohidratos de acción rápida recuerda que el episodio no ha terminado del todo. Todavía es necesario que compruebes tu azúcar en sangre 15 minutos después de que hayas comido para asegurarte que los carbohidratos ha surtido efecto. Si tu nivel de azúcar en sangre es todavía demasiado bajo puede que necesites comer algo más de carbohidratos. Si te falta más de 30 minutos para tu próxima comida, puede que el miembro de tu equipo quiera unirse a ti para comer algo ligero después de que hayas tratado tu hipoglucemia. Tu equipo de apoyo es importantísimo cuando se trata de hipoglucemia severa. Asegúrate de hacer constar que si los síntomas de hipoglucemia pasan desapercibidos o son ignorados y tu nivel de glucosa en sangre desciende demasiado durante demasiado tiempo, tu cerebro no tendrá suficiente glucosa y puedes quedar inconsciente. Esto es una emergencia verdadera.
La manera ideal de enfrentarte con la hipoglucemia severa es tomar precauciones para que no suceda. Ayuda a tu equipo a estar pendiente de tus síntomas para que puedas conseguir el tratamiento apropiado enseguida. No permitas que tu equipo espere a ver si empeora o que posponga el tratamiento para más tarde. Asegúrate que ellos sepan que durante una reacción hipoglucémica tú puedes estar tan confuso e irritable que te niegas a ayudar. Las personas de tu entorno tienen que ser persistentes en conseguir la ayuda que tú necesitas. Ellos pueden salvarte de caer en coma y evitar un viaje al hospital al insistir que tomes alguna forma de glucosa rápidamente. Tu vida será más fácil y más segura si aquellos con quienes pasas mucho tiempo puedan darse cuenta de una reacción hipoglucémica y saber lo que tienen que hacer.
En el caso de que quedes inconsciente otra persona tiene que tomar las riendas. Aunque no podrás comer o beber nada, todavía necesitas elevar tu nivel de glucosa en sangre inmediatamente. Para conseguir eso, necesitas una inyección de Glucagón. El Glucagón, que es una hormona fabricada por el páncreas, hace que el hígado libere glucosa simultáneamente inhibiendo la liberación de insulina.
Es importante que los miembros del equipo con los cuales pasas más tiempo sepan cómo utilizar tu equipo de glucagón como es debido. Tu médico puede enseñarte a tí y a los miembros de tu equipo cómo montar el equipo y poner las inyecciones. Puedes incluso tener permiso para coger prestado un equipo de muestra de tu médico para practicar. Si tienes una reacción hipoglucémica severa y nadie puede ayudarte, alguien debería llamar inmediatamente a urgencias. Toma tiempo para reunir a los miembros de tu equipo y diles dónde están localizados los teléfonos y dónde está la lista de números de emergencia por si acaso los necesitan en algún momento.
Otra medida de seguridad es una identificación médica, como una pulsera o cadena de identificación o una tarjeta de identificación médica que puedas guardar en tu cartera. Asegúrate de que los miembros de tu equipo sepan donde llevas esta información para que ellos puedan entregárselo al personal médico de urgencias.
Hablando con tu equipo
Lo que cuentas a cada miembro de tu equipo y cómo se lo dices, depende de quienes y de qué frecuencia os veáis. Naturalmente, las personas con quien vives querrán y necesitarán saber bastante sobre la diabetes y como proceder si necesitas ayuda. Muchos programas de educación sobre la diabetes animan a invitados a asistir a las clases de educación. Puede que miembros de tu familia o compañeros de habitación estén dispuestos a unirse a ti para estas clases o encontrarse con tu educador de diabetes para conseguir entender mejor su papel como miembro de tu equipo de apoyo.
¿Qué pasa con las personas que tú ves todos los días en el trabajo? Hará falta que pienses lo que vas a contar a tus compañeros de trabajo. Piensa en cuanto necesitan saber y cuanta información quieres compartir con ellos. Puedes querer compartir o puedes querer mantener tu privacidad. Al no contar nada, puedes reducir el riesgo de ser discriminado. Aunque hay leyes para protegerte de la discriminación, no siempre es fácil probarlo cuando ocurre. Pero, ten cuidado. Si mientes, puedes perder la protección garantizada por la ley de americanos con discapacidades.
Si tu lugar de trabajo tiene una enfermería, puedes querer empezar por llegar a conocer el personal de allí. Otras buenas personas con las cuales hablar si te sientes inclinado a ello son la persona que tiene la mesa de trabajo u oficina al lado de la tuya, la persona que está a tu lado en la cadena de montaje o el encargado que distribuye el trabajo a realizar. Si dudas sobre qué decir o como dejar claro la información importante, pídele a tu médico o educador de diabetes un folleto que puedes compartir con tu equipo.
La gente a quien ves todo el tiempo se sentirán honrados de que les pidas que estén en tu equipo. Una vez que el director de tu coro sepa que necesitas un descanso durante el ensayo puede que le de un descanso al coro entero en ese momento. Todos los niños podrán beneficiarse de un saludable tentempié al mismo tiempo que tu hijo necesita comer algo.
Por supuesto algunas actividades implican reparto de personajes siempre cambiante. Por ejemplo, si tu clase de aeróbic tiene un personal que rota, tendrás que presentarte a los diferentes monitores al principio de cada clase. En situaciones como ésta mantén la información sencilla y concisa. Haz saber al instructor que tienes diabetes y que si empiezas a sentirte mal puedes tener que salir a comer algo o puedes necesitar algo de ayuda. A menudo ayuda a tener pensado lo que vas a decir en estas ocasiones. Puede ser tan sencillo como “tengo diabetes, esto significa que mi cuerpo no siempre me proporciona la energía que yo necesito. Puedes ayudarme haciéndome saber si adviertes algunos de los siguientes síntomas (describe como tu cuerpo reacciona cuando tienes un bajo nivel de azúcar en sangre). Cuando tengo estos síntomas necesito comer algo . Guardo algunos tipos especiales de azúcar en mi bolsillo. Lo apreciaría si te aseguras que tenga tiempo de comer algo si tengo estos síntomas”.
Si eres padre o madre de un niño con diabetes, es cosa tuya reunir los miembros del equipo de apoyo de tu hijo. Habla con la enfermera del colegio de tu hijo sobre proporcionar una oportunidad de explicar la diabetes a los compañeros de clase de tu hijo. Los niños aceptan bien las cosas cuando se da una explicación de una manera que ellos puedan entender. Los padres de los compañeros de juegos de tu hijo también deberían conocer los síntomas y señales de hipoglucemia de tu hijo. Deberían conocer unas pocas fuentes de carbohidratos de acción rápida para dárselo a tu hijo y cómo contactar contigo en el caso de que tu hijo necesite tratamiento.
¡Adelante, equipo¡
Controlar tu diabetes puede ser mucho más fácil y seguro cuando tienes un equipo de apoyo. Así que reúne tu equipo de diabetes y asegúrate que todo el mundo entiende las reglas del juego. No tienes que hacerlo tú sólo, y un equipo de apoyo es realmente esencial para proporcionarte el apoyo que tú necesitas para llevar a cabo tu autocontrol de diabetes. La familia y amigos íntimos son elecciones obvias para formar parte de tu equipo especial. Pero no te quedes allí. Piensa en donde pasas tu tiempo y en las personas que forman parte de esas actividades.
Tu equipo de apoyo es parte integral del éxito de tu autocontrol. Mientras que tú eres realmente el “ entrenador” del equipo, los miembros de tu equipo pueden ayudarte a lograr tus metas. Y cuanto más informado y diverso sea tu equipo de apoyo, mejor podrán ayudarte. |
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