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La Acetona - Una Señal de Alarma

El descubrimiento de la acetona en orina debe de tomarse muy en serio, ya que ella indicará una mala evolución del tratamiento y no debemos esperar para tratarlo.

Será útil encontrar las causas para evitar la aparición de este incidente e intentaremos comprender el porqué de este desecho tóxico en el organismo.



Nuestro organismo está constituido por millares de células que necesitan energía para vivir. Por eso, gracias al oxígeno aportado por la sangre, ellas "queman " los alimentos que sirven de combustible. Cuando falta "un combustible", el organismo utiliza otros, y los desechos pueden ser entonces diferentes. Sería un poco como el humo negro de una fábrica que no utilizase para nada buenos combustibles.


Para poderlos quemar, los alimentos son primeramente transformados dentro del "aparato digestivo" en glucosa, en ácidos grasos, en aminoácidos, etc… que pasan a la sangre, se obtiene la cantidad necesaria de alguno de esos elementos, en particular de "glucosa" que es combustible esencial.


Las tasas de glucosa en sangre se mantienen más o menos constantes por una acción compleja de numerosos mecanismos, siendo la insulina la que toma mayor partido. La insulina descenderá la glucosa y otros como el glucagón, la adrenalina y el cortisol la harán aumentar.


La insulina es una llave que permite a las células utilizar correctamente la glucosa. Ellas la queman gracias al oxígeno de la sangre y producen los desechos: el H2O y el CO2 que serán eliminados por los riñones y los pulmones.

Acetona = Carencia de Insulina



Si la insulina está ausente nuestras células no podrían consumir la glucosa que se encuentra en la sangre ya que ella no puede entrar en la célula, entonces se estancará en el torrente circulatorio.
Habitualmente las tasas normales son aproximadamente de 1 gr/l, que se elevan de manera muy importante, pudiéndose esperar tasas de 3 ó 4 gr/l o incluso más.


Las células intentan nutrirse actuando sobre las reservas de grasa. Así, cuando falta glucosa, ellas queman las grasas. Después si las reservas se han agotado, podrían entonces utilizar las proteínas. En esas condiciones, se pierde peso, que suele observarse muchas veces cuando en la persona con diabetes tipo 1 se desencadena un mal funcionamiento.


Cuando se queman estos productos nuestras células producen desechos: "los cuerpos cetónicos" que son tóxicos para el funcionamiento del organismo, porque ellos acidifican la sangre, aunque los pulmones y los riñones hagan todo lo posible para eliminarlos.


La concentración de glucosa se eleva en la sangre. Ese exceso de azúcar estimula la sed y aumenta el volumen de orina. La acetona y la glucosa pasan a la orina, signo importante de un fallo de insulina.

Cuando falta insulina el hígado fabrica grandes cantidades de glucosa. Los millones de células del organismo "gritan de hambre" cuando la glucosa, estando en exceso en la sangre, pasan por sus puertas y "la llave" que es la insulina no está para poder abrir esa puerta. Si no se hace nada el coma sobreviene, el cerebro trabaja peor y la vigilancia es menor.

Fatiga, vómitos, respiración lenta y profunda preceden al coma. Este coma no tiene nada que ver con el coma por la falta de glucosa o coma hipoglucémico. A este se le denomina coma cetoacidótico, porque el ácido es debido, en parte, a los cuerpos cetónicos. Se debe intervenir bastante rápido ya que el organismo está en avería total por la carencia de insulina. El tratramiento será insulina rápida y rehidratación.

Acetona con azúcar o con un poco de azúcar



Cuando el organismo carece de insulina, la glucosa no puede ser utilizada por las células. Pero cuando la glucosa falta, como en un periodo de ayuno, por ejemplo, las reservas de glucosa son muy pobres.
Las células de el organismo podrán utilizar un mecanismo similar que manda las reservas grasas.


Si vosotros encontrarais un poco de acetona en la orina, pero nada de glucosa, podreís sospechar que se trata de una hipoglucemia en las horas precedentes y habrá que verificar la alimentación y vuestro equilibrio glucémico.
En estas dos situaciones, la presencia de acetona es mucho menos peligrosa. Ella está en menor cantidad y cuando la hipoglucemia se corrige desaparece la acetona.

Los niños que rehusan comer o que vomitan pueden presentar los mismos efectos y producir la acetona.

La Vigilancia



Si su glucemia está elevada y es superior a 250 mg % es indispensable hacer un control de acetona. Debe tomar esta precaución porque el exceso de glucosa señala, a priori, una falta de insulina. En presencia de acetona, el aliento tiene un olor especial parecido al de las "manzanas ácidas" porque ellas contienen cuerpos cetónicos. También se nota la presencia de fatiga, de sed intensa, de acetona.
Si sus test urinarios muestran una cantidad de glucosa importante: verificar la presencia de acetona.


La acetona es muy fácil de detectar en orina, existen muchas tiras que miden la glucosa y la acetona en exceso como la Ketodiastix (pero en estas tiras eñ exceso de acetona puede alterar la rección de coloración de la glucosa), como el Ketodiabur y los productos que miden solamente la acetona como el Ketostix.

Una gota depositada sobre el comprimido, la tira mojada en orina o sobre el chorro de orina, permiten comparar en una escala de colores la presencia de acetona.

Tratar sin demora



Si ustedes tienen mucha glucosa y acetona es importante ponerse una inyección de aproximadamente 1/10 ó 1/5 de insulina rápida de la dosis global de todo el día (5 ó 6 unidades, por ejemplo), al cabo de tres horas se verificará la glucemia y la acetona en orina.


Si no se mueve o continua todavía alta y la acetona aún está presente, podemos proseguir con un complemento de insulina rápida.


Las personas deberán comer normalmente, no comer no hará más que complicar la situación. Si nada acontece y no se llegan a absorber los hidratos de carbono, por ejemplo las bebidas azucaradas, vale más llamar a un médico o hospitalizar al paciente. En este caso en el hospital se le pondrá glucosa e insulina intravenosa en sueros y los diferentes parámetros serán vigilados para permitir una recuperación progresiva.


Tomar muy serio la aparición de acetona esta es la señal de alarma de un mal tratamiento de la diabetes. Dependiendo de si usted ha recibido una buena información para vigilar su enfermedad le será fácil resolver este incidente, a menos que otros problemas intervengan para desequilibrar el tratamiento: ante la menor duda, deberá de llamar a un médico.

Dr. Antuña de Alaiz
Clínica Diabetológica

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